La imagen corporativa no es solo un logo bonito

Nos ayuda a diferenciarnos de nuestros competidores, ayuda al cliente a recordar mejor nuestra empresa nuestra marca. Es la idea que nos hacemos de la empresa, que imagen nos transmite una empresa. El objetivo de la imagen corporativa es proyectar tu profesionalidad, transmitir confianza a tus clientes potenciales y conseguir ser más competitivo. Ningún cliente va a confiar en una empresa si esta no transmite lo que espera de ella.Está comprobado que más del 80% de las decisiones que realiza un cliente se basa en la imagen, es decir que compra con los ojos, y de ahí la importancia de transmitir confianza y profesionalidad. Se convierte en esencial impactar a los clientes, sobre todo causar una buena primera impresión.

La mayoría de nosotros nos pensamos que la imagen corporativa es solo de grandes y medianas empresas, pero eso no es así. Hasta las pequeñas empresas necesitan contar con una imagen corporativa bien definida que ayude a diferenciarse del resto de empresas.

Ahora bien, para generar imagen no basta desarrollar un logotipo bonito, utilizar colores electrizantes e inundar los medios de comunicación de slogans y jingles pegajosos. La mejor imagen es aquella que se relaciona estrechamente con los valores y las creencias de nuestra empresa, es decir, es aquella que refleja fielmente las características de nuestra filosofía y cultura organizacionales. Es, además, aquella que se apega fielmente a las características de nuestra misión como empresa y logra empatar lo que hacemos con lo que decimos. En otras palabras, la imagen debe emanar directamente de nuestra identidad.

También tenemos la tendencia a pensar que tenemos que gastarnos miles y miles para mejorar la imagen de nuestra empresa, cuando eso no es así. Como nosotros decimos, solo hacen falta ganas e ingenio para llegar a la gente

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